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¿Pagar impuestos por los gases y los eructos de los animales de granja? Dinamarca lo intenta

Las vacas y los cerdos producen gran parte del metano que calienta al planeta. Un nuevo impuesto danés forma parte de un plan para limpiarlo.

Credit...Charlotte de la Fuente para The New York Times

¿Pagar impuestos por los gases y los eructos de los animales de granja? Dinamarca lo intenta

Las vacas y los cerdos producen gran parte del metano que calienta al planeta. Un nuevo impuesto danés forma parte de un plan para limpiarlo.

Somini Sengupta visitó granjas, charcuterías y supermercados en Dinamarca para entender la inusual nueva ley.

Dinamarca, conocida por sus ingeniosos restaurantes y elegantes estudios de diseño, está a punto de ser conocida por algo más básico: el primer impuesto del mundo sobre eructos y estiércol de los animales de granja.

Esto se debe a que en Dinamarca hay cinco veces más cerdos y vacas que habitantes. Casi dos tercios de su territorio están ocupados por la agricultura. Y esta actividad se está convirtiendo en la mayor responsable de la contaminación climática, lo que somete a los legisladores a una intensa presión pública para que la reduzcan.

Así que ahora, el improbable gobierno de coalición de Dinamarca, formado por tres partidos de todo el espectro político, ha acordado gravar las emisiones de metano que calientan el planeta y que todos esos animales expulsan a través de sus heces, flatulencias y eructos. La medida, negociada durante años, fue aprobada este mes por el Parlamento danés, lo que la convierte en la única tasa climática de este tipo aplicada al ganado en el mundo.

“Creo que es bueno”, dijo Rasmus Angelsnes, de 31 años, que estaba de compras para cenar en Copenhague una tarde reciente. “Es una especie de empujón para tomar decisiones diferentes, quizá más respetuosas con el clima”.

No importaba que su carrito de la compra contuviera gruesas lonchas de panceta de cerdo, que planeaba cocinar esa tarde lluviosa con papas y perejil. “Comida reconfortante”, dijo tímidamente.


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