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‘Todo el mundo pensaba que íbamos a morir’: vivir con el trauma de volar

Turbulencias extremas, una puerta reventada, un motor en llamas: para los pasajeros y tripulantes que han sufrido emergencias aéreas, el dolor perdura.

Shandy Brewer viajaba en el avión de Alaska Airlines que perdió una puerta en pleno vuelo. Ahora tiene pesadillas en las que está viajando en avión y se asusta con los ruidos fuertes. “Hay una nube sobre mí todo el tiempo que me recuerda que podría morir en cualquier momento”, dijo.Credit...Clayton Cotterell para The New York Times

El pasado enero, Shandy Brewer abordó un vuelo de Alaska Airlines en Portland, Oregón rumbo a Ontario, California, de camino a la celebración del cumpleaños de su abuela. Iba sentada en la undécima fila, entre su padre y un desconocido. Poco después del despegue, Brewer y los demás pasajeros oyeron un fuerte estruendo. No pudo ver que 15 filas detrás de ella una de las puertas del avión había estallado, exponiendo a los pasajeros al aire libre a casi 5000 metros de altura.

Las máscaras de oxígeno cayeron del techo y los pasajeros empezaron a rezar. Brewer pensó que iban a estrellarse. Mientras el avión realizaba un aterrizaje de emergencia en Oregón, Brewer abrazaba a su padre con un brazo y al desconocido con el otro, deseando poder grabar un video para despedirse de su madre.

Casi 11 meses después, la angustia mental causada por menos de 20 minutos de pánico en el aire es una forma de lesión en sí misma, dijo Brewer, quien ahora tiene 30 años: “La gente dice ‘nadie murió en este vuelo’, pero podríamos haber muerto”. Brewer acude a un terapeuta y practica ejercicios de respiración, pero sigue teniendo de vez en cuando pesadillas recurrentes en las que se ve en un helicóptero sin puertas ni armazón, aferrada a su asiento para evitar salir disparada hacia el cielo. También le asustan los ruidos fuertes. El 4 de julio, el sonido de los fuegos artificiales le produjo un “pánico extremo” y tuvo que esconderse en casa.

“Siempre tengo una nube encima que me recuerda que puedo morir en cualquier momento”, dijo.

Cuando la gente habla de sus miedos a volar, a menudo se les recuerda que los aviones son bastante seguros. Según un análisis de 2022 sobre la seguridad de la aviación comercial realizado por las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina, “se ha producido una reducción significativa y sostenida de los accidentes aéreos en Estados Unidos en las dos últimas décadas”. El análisis concluyó que la seguridad de los vuelos había “mejorado más de cuarenta veces”.

Pero las estadísticas importan poco a una mente que no puede dejar de reproducir un suceso perturbador, sobre todo cuando las emergencias alarmantes siguen siendo noticia. “Mucha gente desarrolla una ansiedad significativa después de estos incidentes”, dijo Rebecca B. Skolnick, psicóloga clínica y profesora clínica adjunta en la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai. “No se convierte simplemente en algo que les sucedió, sino en algo que moldea la forma en que piensan sobre el mundo, y sobre volar en particular”, dijo.


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